Hay diversos ejercicios con los que podrás relajar la mandíbula de una manera sencilla. Estas rutinas serán las mejores para lograr una piel mucho más tersa y un músculo más definido. Primero, relaja el cuello y manténlo sin tensar, llevando la mandíbula hacia delante con la boca abierta, si has tenido problemas de huesos recientes o llevas una férula, ten cuidado al realizar esto.
Tras repetir de 5 a 8 veces, hazlo llevando la mandíbula hacia atrás varias veces. El siguiente paso será mover la misma hacia los laterales, consiguiendo que los huesos ganen mucha más movilidad. El ejercicio que te falta, será el de abrir y cerrar la boca de forma continuada, al menos 10 veces.
Para que los ejercicios hagan efecto en la musculatura, éstos deben hacerse día a día, al menos una vez, repitiendo las series. Habrá veces que podrás dividir las sesiones, repartiendo 5 y 5 dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. ¡Funcionará a la perfección!
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