Hay muchas maneras de continuar con tu ejercicio habitual, sin tener que pasar por el decepcionante sentimiento de la rendición. Siempre intenta tener ánimos porque serán los que te lleven al triunfo. No intentes hacer renacer una emoción negativa, simplemente suéltala e intenta conocer en tu interior qué es lo que realmente te está perturbando.
Cuando comienzas a entrenar fuerte puede que sientas euforia, así como muchas ganas de comenzar a darlo todo. Sin embargo, has de saber que esta alegría has de querer mantenerla sobre todo para conseguir aquello que te has empezado a plantear.
No dejes de motivarte realizando descansos de al menos un día a la semana. Siempre será un excelente motivo para poder volver con mucha más fuerza. Los masajes en los antebrazos será una estupenda manera de poder crear una forma de desestresarte y también relajar los músculos. No olvides que son una de las extremidades que más se tensan al golpear.
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